Nuestro duelo que está en el cielo
Es una ventisca helada que barre los corazones.
Es una obra fúnebre que estrecha lo que vive.
Los payasos conversan y corren para evitar sus miedos,
Pero bajo la lona, más nadie se ríe.
Es un gesto que coge el misterio por el cuello,
Una mano que arponea a las aves en sus vuelos.
Es el espíritu nebuloso del boxeador,
La importancia de un gorrión que se muere.
Y lloraremos,
Para hacer diversión.
Y la brisa delicada que agita nuestros cabellos.
Y el sol rojo que nos hace felices.
Otra temporada coge nuestras muñecas,
Que seca nuestras lágrimas y que nos hace girar.
Y los matrimonios, y los nacimientos,
y los amores, y los viajes, y las risas,
y las pequeñas volteretas que hacen nuestros corazones
y que nos ruborizan.
Pero jamás iremos,
Olvidar.
Arthur CEYRAC
(
Traduction espagnole : Maggy De Coster)
Rastros matutinos
Trabajar ajustado a la claridad del alba,
Sentado amablemente rodillas enrolladas,
Las patas bordeadas por zapatillas heladas.
Cada día el otoño respira su helada,
Sus colores, su materia espesa y desnuda,
La iluminación estival decaída y la frescura indecente.
Me dejo referirme por la espuma de temporada,
No oyendo a estos hombres que canturrean,
Busco por las palabras una mirada de belleza.
Arthur CEYRAC
(
Traduction espagnole : Maggy De Coster)